Una potente llamarada solar clasificada como X2.7, la más intensa registrada en lo que va del año, fue capturada en tiempo real por el Observatorio de Dinámica Solar de la NASA el pasado 14 de mayo de 2025.
Como consecuencia de esta actividad solar, hace unas horas la Aerocivil de Colombia emitió una alerta oficial advirtiendo posibles modificaciones en los itinerarios de vuelos dentro del territorio nacional.
De hecho, la tormenta solar podría continuar afectando los sistemas de navegación hasta el domingo 25 de mayo, por lo cual recomendó a los pasajeros mantenerse informados a través de sus aerolíneas ante eventuales cambios o demoras.
La preocupación se centra en los sistemas de navegación satelital, fundamentales para la operación segura de vuelos comerciales. Pero, la duda que surge en muchos, es qué es este fenómeno y por qué genera este tipo de afectación.
Qué es una llamarada solar

Según explicó la NASA, las llamaradas solares son explosiones de radiación electromagnética causadas por intensos cambios en el campo magnético del Sol que muchas veces son evidenciados en eyección de masa coronal y radiación de alta energía.
Estas pueden generar tormentas geomagnéticas que afectan directamente varios sistemas en la Tierra. También representan un riesgo para las operaciones de satélites y las misiones espaciales tripuladas.
Y el evento de este 14 de mayo fue clasificado como una llamarada de clase X, el rango más alto en la escala de intensidad utilizada por los científicos. Mientras que el número 2.7 indica que es una de las más potentes dentro de esa categoría.
¿Por qué puede alterar vuelos?

Las partículas cargadas liberadas por la erupción solar pueden inducir fluctuaciones en el campo magnético del planeta, provocando interferencias con las señales de GPS y los sistemas de comunicación de alta frecuencia. Elementos esenciales para el control aéreo, en especial en rutas de gran altitud o que atraviesan zonas de alta latitud.
En el sector aeronáutico, estos efectos pueden traducirse en fallas temporales de los sistemas de navegación, pérdida de comunicación entre aeronaves y torres de control, o interferencias en la planificación de trayectorias seguras.
Y como medida preventiva, las autoridades aéreas pueden desviar vuelos, ajustar rutas o incluso suspender operaciones temporalmente, según la magnitud del fenómeno.
Una actividad solar que seguirá

Según informes del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, la región activa del Sol responsable de esta llamarada continúa emitiendo actividad significativa, lo que indica que el ciclo de tormentas podría no haber terminado.
Esto implica que los sistemas sensibles a estas perturbaciones deberán seguir en modo de vigilancia hasta que se estabilice la emisión de radiación solar.
Aunque la atmósfera y el campo magnético de la Tierra protegen a los humanos en la superficie, las consecuencias para la tecnología pueden ser considerables.
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