Por primera vez en casi dos años, el mercado de celulares en Latinoamérica muestra signos de desaceleración. De acuerdo con el más reciente informe de Counterpoint Research, los envíos de teléfonos inteligentes en la región cayeron un 4% interanual durante el primer trimestre de 2025.
Aunque la cifra puede parecer modesta, rompe una racha de siete trimestres consecutivos de crecimiento y marca un posible punto de inflexión para la industria.
En términos del sector, los “envíos” no se refieren a las ventas directas al consumidor, sino al número de unidades que los fabricantes despachan a distribuidores o minoristas. Este indicador suele anticipar el comportamiento del mercado, si baja la oferta, es probable que la demanda también se esté debilitando o que los canales estén saturados.
Una región, múltiples realidades
El retroceso regional no fue homogéneo. Argentina, por ejemplo, sorprendió con un aumento del 69% en sus envíos, impulsado por una política de incentivos locales y una reactivación puntual del consumo. En contraste, Brasil y México, los dos mercados más grandes de la región, registraron caídas del 7% y 12% respectivamente.
En el caso brasileño, el aumento inesperado de la inflación encareció los dispositivos y desincentivó la renovación de equipos. En México, las tensiones comerciales con Estados Unidos y la lenta recuperación económica limitaron el dinamismo del sector.
Samsung mantuvo el liderazgo en participación de mercado, aunque sin crecer significativamente. Su estrategia basada en modelos de gama media-alta y versiones 5G comienza a dar resultados, pero su presencia en la gama de entrada se ha reducido. El Galaxy A06, su único modelo en ese segmento, no logra cubrir la demanda de usuarios que buscan opciones básicas y asequibles.
Apple, por otro lado, aprovechó el lanzamiento del iPhone 16e, un modelo más económico que sus versiones tradicionales, pero con suficiente potencia y diseño para atraer al público premium. En México, el dispositivo lideró las ventas dentro del rango de los 700 a 800 dólares.
La marca Xiaomi también tuvo un trimestre destacado con su Redmi Note 14, que logró posicionarse como una de las mejores opciones en relación calidad-precio. La marca china sigue ganando terreno en mercados como Chile, Perú y Colombia, sobre todo entre consumidores jóvenes y conocedores de tecnología.
En el otro extremo está Motorola, que arrastra las consecuencias de un 2024 con sobreoferta. En el arranque de 2025, la marca enfrentó un exceso de inventario que obligó a reducir sus envíos drásticamente: un 50% en México, 10% en Brasil y hasta 19% en varios países de Centroamérica y el Caribe. La empresa ha optado por posponer nuevos lanzamientos hasta el segundo trimestre, priorizando una mejor gestión de stock.
¿Un tropezón o un cambio de ciclo?
Más allá de los números, la caída en los envíos refleja un mercado que comienza a estabilizarse tras años de fuerte rotación de dispositivos. En un contexto donde los consumidores son más cautelosos y los ciclos de reemplazo se alargan, las marcas deberán repensar sus estrategias. Ya no basta con lanzar más modelos; ahora se necesitan propuestas de valor más claras y segmentadas.
Resta ver si esta contracción es un bache temporal o el inicio de una nueva fase para el mercado móvil en Latinoamérica, una donde la eficiencia, la adaptación regional y la comprensión del usuario serán claves para sobrevivir y crecer.
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