Hace unas horas las calles de Washington D.C., capital de Estados Unidos, fueron el escenario de un inusual y muy cuestionado desfile militar que fue convocado oficialmente para conmemorar el 250º aniversario del Ejército, pero que también coincidió de manera simbólica con el cumpleaños número 79 del presidente Donald Trump.
Asimismo, dejó al descubierto apoyos corporativos abiertos y silenciosos, entre los que se encuentran algunas de las empresas tecnológicas más influyentes del país.
Según reportó la prensa especializada estadounidense compañías como Oracle, Amazon, Coinbase, Palantir y Lockheed Martin figuran entre los principales patrocinadores de la America250 Foundation.
Esta es una organización sin ánimo de lucro creada por el Congreso para recaudar fondos de cara a la conmemoración del 250º aniversario de la independencia de Estados Unidos en 2026.
Aunque la celebración principal está prevista para el próximo año, America250 ha empezado a operar como una plataforma de organización y recaudación para eventos previos, incluyendo este desfile militar.
Qué se sabe sobre los patrocinios

Según la fundación, estos patrocinadores proveerán “recursos esenciales, ideas y experiencia” para los eventos del aniversario, empezando por el desfile militar del 14 de junio. Y a pesar de las solicitudes de confirmación, ni Amazon ni Palantir ni Oracle respondieron a la prensa especializada.
Sin embargo, Lockheed Martin confirmó su respaldo, destacando su “historia en la industria de defensa” y su compromiso con el espíritu innovador del país. Coinbase, por su parte, había anunciado su alianza con America250 durante la conferencia de Bitcoin de 2025, sin especificar si ese apoyo incluía explícitamente la parada militar.
El rol de Meta también quedó bajo escrutinio. Aunque el logo de la empresa aparecía como patrocinador en el sitio web de America250 semanas antes del evento, fue retirado poco después de que se le solicitaran aclaraciones.
La compañía indicó que no es patrocinadora actualmente, pero que ha tenido una relación histórica con la fundación, incluyendo una donación previa de 10 millones de dólares que fue retirada en 2022 por motivos de “disfunción en el liderazgo” y acusaciones de mala gestión.
Entre otras marcas con vínculos con el evento también se cuentan automotrices como Jeep, Ram y Dodge, la empresa de análisis de datos Palantir (cuyos fundadores tienen lazos directos con el presidente Trump) y Coca-Cola.
UFC, la liga de lucha libre presidida por el aliado presidencial Dana White, y Walmart, que comprometió apoyo antes del regreso de Trump al poder, también estuvieron presentes. Incluso la NFL tuvo un rol con actividades para niños en la antesala del desfile.
Una celebración con tinte presidencial

El desfile comenzó temprano para evitar la tormenta anunciada. A pesar del cielo encapotado, más de 6.000 soldados, 128 tanques y diversos vehículos militares recorrieron las avenidas principales de la capital.
La escenografía incluyó soldados vestidos con uniformes históricos desde la Guerra de Independencia hasta los conflictos contemporáneos, tecnología militar moderna como perros robóticos, y un cierre con paracaidistas de los Golden Knights que, debido al clima, debieron adelantar su presentación.
La estructura del evento dejó en claro su orientación presidencial. Trump estuvo en todo momento protegido por un vidrio blindada en la tribuna de honor, acompañado por su esposa Melania, el vicepresidente J.D. Vance y miembros de su gabinete, así como aliados políticos y empresariales cercanos.
La secuencia se abrió y cerró con interpretaciones del “Cumpleaños feliz”, mientras los artistas invitados, como Lee Greenwood, cantaban de espaldas al público y de frente al presidente.
El acto culminó con fuegos artificiales y una intervención del propio Trump, quien defendió la celebración como una forma de “mostrar el orgullo estadounidense”, al tiempo que juramentaba a 250 nuevos soldados.
Pese al despliegue, la visibilidad fue limitada fuera de la tribuna oficial. Las zonas para el público estuvieron mayormente vacías, sin gradas disponibles y con el acceso restringido. La sensación fue la de una fiesta privada, diseñada para una audiencia selecta y con fuerte presencia de simpatizantes trumpistas.
Protestas en paralelo

Mientras Trump celebraba su cumpleaños con tanques y desfiles, más de 2.000 protestas “No Kings” se llevaron a cabo en todo el país.
En Washington, los manifestantes se aproximaron al perímetro del desfile con pancartas y consignas contra lo que calificaron como “la militarización de la democracia”. Aunque fueron contenidos sin incidentes graves, las movilizaciones fueron una constante en otras ciudades.
En Nueva York se estimó la participación de más de 50.000 personas. En Los Ángeles, los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden incluyeron el uso de gases lacrimógenos. En Salt Lake City, un tiroteo durante una manifestación dejó al menos un herido grave. También hubo incidentes en Austin, Portland, Seattle y Las Vegas, en un contexto nacional marcado por recientes redadas de ICE en comunidades migrantes.
Las protestas, mayoritariamente pacíficas, fueron organizadas por colectivos ciudadanos y activistas que denuncian la deriva autoritaria del presidente y la utilización simbólica del poder militar como forma de propaganda política. En muchos casos, las marchas estuvieron encabezadas por figuras destacadas del activismo, como Martin Luther King III en Filadelfia.
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